Noticiero Melolengo


Noticias de fondo y sin calzón.

miércoles, septiembre 14, 2005

Hubieron Mañanitas muy aguadas

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(Grilla Internacional)

Nueva York.

El cumpleaños número 60 de la Organización de Naciones Unidas se aguadó todito porque a los Yunáiteres se les ocurrió un sabotaje de última hora, que pa`eso pagan la renta y el edificio está en Nueva York. Toda la onda giraba alrededor de reducir la pobreza y las enfermedades, promover el desarrollo, los derechos humanos, fortalecer la seguridad mundial y reformar a la misma ONU. Como obviamente estas cosas no dejarían gran billete a los 7 trinchones (y menos a los gringos), pues ahí la dejaron para después. El Secretario General con nombre de café instantáneo, Kofi Annan, puso su cara de baqueta y dijo que ni peiper, pero que “El proceso no estaba concluido” y que el documento adoptado hoy serviría de base y “podrían trabajar con lo que se nos ha dado” que, entre paréntesis, es una madre.

Para variar los que brincaron fueron Cuba y Venezuela quienes dijeron con su ronco pecho que lo del texto en cuestión no fue resultado de un “proceso democrático o transparente”, ya que fue producto de los enjuagues y tejes-manejes de los países que siempre mueven el negocio del abarrote.

Mientras, el Reino Unido dijo que los países europeos y otros se congratulan (of course), por "el hecho de que el documento haya sido adoptado", y con ello que la Cumbre Mundial pueda proceder, y subrayó que "la reforma (de la ONU) es un proceso continuo".

El flato más grande es el de la reforma que gira en torno a dónde reside el poder dentro de la organización. La mentada iniciativa pretende darle mas fuerza al Consejo de Seguridad, mientras que los Yunáiteres Estáiteres quieren darle mayor poder y autoridad al Secretario General, (para poder quitar y poner monos convenientes, faltaba más), mientras que países del tercer mundo lo consideran un intento para restar poder a la Asamblea General, donde por lo menos las naciones menos poderosas aún cuentan con un voto e influyen en la toma de decisiones.

Annan y un grupo de 32 países pelearon con las uñas y trataron de rescatar lo que se pudiera del borrador inicial de 39 páginas, pero llegó el pinche de John Bolton, embajador en la ONU por los E.E.U.U. y metió 400 enmiendas para darle en la madre a todo.

Jan Eliasson de Suecia, presidente de la 60 sesión de la Asamblea General, le puso el cascabel al gato al recordarle a todos que un niño muere en el mundo cada tres segundos de causas prevenibles -o sea, por pobreza. Como ninguno de esos chamacos muere en los países que parten el pastel, pos no hay purrún. Ahí le seguimos.


Escribió: •El Reportero 9:14 p.m. 2Comentarios •

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